Somos personas cercanas a los cuarenta, todos emprendedores y con ganas de progreso.
Hemos formado empresas que han crecido en el tiempo, sólo en base a nuestro esfuerzo, nunca hemos recibido ayuda, nunca la necesitamos y nos pareció que nos la podíamos arreglar por nuestra cuenta.
Hoy nos encontramos en un situación difícil, vemos que la sociedad que tenemos con el estado y con nuestros empleados está en contra nuestra. El estado nos presiona de forma descontrolada con sus impuestos y nuestros empleados se han transformado en enemigos, que no entienden la débil situación que estamos pasando. Los sindicatos que dicen defenderlos pactan salarios que no podemos pagar y nos fuerzan a hacerlo, logrando debilitarnos más. Los aportes que les hacemos a los mismos y al estado con las cargas sociales son tan altos que incurrimos en mora por la imposibilidad de cumplir. Cuando un empleado decide irse de nuestra empresa por equis motivo, nos hace una demanda legal que siempre perdemos y deja en muy malas condiciones la maltrecha economía que teníamos.
Siempre escuchamos de paros que hace el personal de una empresa que está adherido a un sindicato, en general son empresas grandes con recursos grandes. Nosotros somos empresas chicas que comenzamos en forma unipersonal hace unos diez años y hoy tenemos entre tres y quince empleados directos.
 No tenemos representación de ningún tipo, nadie se preocupa por saber que pensamos. Metro cuadrado, por metro cuadrado damos más empleo que cualquiera de las grandes y conocidas que reciben subsidios.
Somos muchos y de nosotros dependen muchas familias.
Que va a pasar el día que decidamos que perdimos las ganas de tener enemigos trabajando con nosotros.
Que va a pasar cuando decidamos que no vamos a pagar más impuestos y nuestra economía va a ser informal.
Que va a pasar cuando decidamos volver a ser unipersonales.
Sabemos que siéndolo vamos a ganar más o menos lo mismo, pero nuestra salud física y mental va a ser buena, no como en la actualidad.
Formamos parte de un país raro, en lugar de forzarnos a mejorar, (mejorar significa ganar más, dar más empleo, modernizarnos) nos fuerza a cerrar y a ser fracasados, pero no porque no supimos hacer las cosas, fracasados porque nos pegaron lo suficiente para olvidar las ganas que teníamos de ser fuentes de crecimiento, nuestra y de los que teníamos en nuestra nómina de empleados.
Los que seguimos adelante, pensamos en todo lo que escribí anteriormente muchas veces al día. Pensamos en no estar más, en la forma en que estamos.
Les pedimos a los responsables de nuestro país, que no hagan lo necesario para que perdamos las ganas que nos quedan. No queremos desaparecer gracias a UDS. Si desaparecemos queremos que sea porque nos supimos manejar nuestras empresas.